lunes, 15 de junio de 2020

Nos preparamos para reconciliarnos con Dios


¡Queridos niños! ¿Cómo están? Hoy queremos presentarles otro tema, que es muy importante para prepararnos para reconciliarnos con Jesús. Hoy aprenderemos sobre los pasos para una buena confesión. ¿Se animan? Pero antes, vamos a recordar este relato del Evangelio: 
“Había una vez un señor que tenía dos hijos. El más pequeño era muy rebelde y le daba muchos disgustos. Un día le pidió dinero y se escapó de casa. El padre no tenía noticias de él, pero seguía pensando en su hijo con mucha tristeza, porque le quería mucho a pesar de los disgustos que continuamente le daba. Mientras tanto, el hijo rebelde se gastaba todo el dinero llevando mala vida, pero un día decidió volver a casa de su padre y pedirle perdón. El padre todos los días se asomaba a los caminos que venían del pueblo con la esperanza de que su hijo regresaría a casa. Un día vió venir a uno por el camino. Todavía estaba lejos y no podía conocerle, pero el corazón comenzó a latirle fuertemente. Salió corriendo y se encontró que efectivamente, era su hijo. Le dio un gran abrazo y le cubrió de besos. Fue un encuentro emocionante y el padre ya no se acordaba de los disgustos que aquel hijo le había dado. Lloraba de alegría porque había vuelto a casa aquel hijo que se había escapado”. (Lc 15,11 ss)

¿Te acuerdas de esta historia? Es la Parábola del Padre Misericordioso, también conocida como “el hijo pródigo”. Si quieres, te envío este link para que la veas, y recuerdes este hermoso texto:

Cuando nosotros nos confesamos, otra vez sucede en nosotros lo que sucedió en esta historia:
  • Examen de conciencia: El hijo se da cuenta de las faltas que
    cometió contra su papá. Y en el camino de regreso a casa comienza a pensar en esas faltas. Cuando nos confesamos, nosotros también nos alejamos de nuestro Padre Dios, pero si nos arrepentimos nos acercamos nuevamente, y hacemos un “examen de conciencia”, es decir, pensamos en las faltas o pecados que hemos cometido. Debemos pensar en las cosas que hemos hecho mal.

  • Arrepentimiento de Corazón: es decir, sentir pena por las acciones malas que hemos cometido. Cuando nosotros amamos a alguien, supongamos, a mamá o a un ser querido, me duele si la ofendo, me duele más a mí que a ella tal vez… y eso se llama “dolor” o “arrepentimiento”.

  • Propósito de la enmienda: se trata de hacer el propósito de no hacer nunca más mal a nadie. Es cierto que es difícil de cumplir, pero lo debemos intentar!

  • Decir los pecados al confesor: acudir ante el sacerdote y contarle lo que hemos hecho mal, diciéndole que lo sentimos, que nos arrepentimos, y nombrar uno por uno los pecados cometidos, con sinceridad, y con claridad. El Sacerdote es un hombre como cualquiera de nosotros, pero ha recibido de Dios, un poder para perdonar los pecados de todos los que se acercan al Sacramento de la confesión…

  • Cumplir la penitencia: hacer lo que el Sacerdote nos mande, como señal de que realmente nos hemos arrepentido. ¡No debemos olvidarnos de cumplir con este paso!



 EL PERDÓN ES UNA FIESTA QUE LLENA NUESTROS CORAZONES DE ALEGRÍA

Actividades para compartir: 
1. Busca en la Biblia la siguiente cita y comparte con tus compañeros su enseñanza principal. Jn. 20, 21 - 23. 
2. A su vez, busca en internet un examen de conciencia para niños, (pide ayuda a alguien mayor que esté con vos) y lee con mucho amor, pensando tus faltas. Pide perdón a Jesús por ellas, en el silencio de tu corazón. (Más adelante lo harás con el Sacerdote, quien perdona en nombre de Jesús). Comparte tu experiencia de sentirte perdonado y da gracias a Jesús porque te ofrece su perdón!

domingo, 7 de junio de 2020

JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN...


¡Queridos niños de 3er grado! ¿cómo están?
Estamos en el mes de JUNIO, y es un mes especial que lo dedicamos al Sagrado Corazón de Jesús. Esta imagen nos recuerda que Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido, cuando caemos en el pecado o no cumplimos los mandamientos... Pero es un Corazón que a su vez el MISERICORDIOSO, PACIENTE...Te regalamos un video para que al verlo y escucharlo, puedas comprender este AMOR...

¿Te gustó la canción? te invitamos a que hagas un cartel para que pongas en la puerta de tu casa, con alguna de las frases de esta canción, la que te haya gustado más, y contanos (en la parte de los comentarios) cuál es esa frase que elegiste. 

Debemos vivir este mes, recordando siempre este AMOR, y hacernos la pregunta cada vez que actuemos: "¿Qué haría Jesús en esta situación?". 

En este cartel puedes escribir, además, alguna de estas frases: 
-      “Jesús manso y humilde Corazón: haz nuestro corazón semejante al tuyo”
-      “Sagrado Corazón de Jesús: en Vos confío”
-     “Corazón de Jesús, por los sufrimientos de tu Divino Corazón: ten misericordia de nosotros”.
A su vez, te invitamos a que cada día, reces esta oración:  

Rendido a tus pies, oh Jesús mío, considerando todas las muestras de amor que me has dado y las lindísimas lecciones que me enseña de continuo tu Sagrado Corazón. Te pido humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo y poder hacerme digno de las gracias y bendiciones que generoso concedes a los que de verdad te conocen, aman y sirven.
Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús y necesito de tu ayuda como el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar. Mira que soy muy poco instruido, oh soberano maestro y necesito de tus divinas enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia. Mira que soy muy frágil, oh Poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer.
Sedlo todo para mi, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria, luz de mis ojos, apoyo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad. De Vos lo espera todo mi pobre corazón. Tú mismo nos has invitado y alentado cuando, con tanta ternura, dijiste en tu Evangelio: "venid a Mi", "aprended de Mi", "pedid", "llamad". A  las puertas de tu Corazón vengo, pues, hoy, y llamo, y pido y espero. De mi corazón te hago oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo y por tu gran amor dame todo lo que me haga ser bueno en la tierra y feliz en la eternidad. Amén.
·        REZAR PADRE NUESTRO O UN AVE MARÍA…
Hasta la próxima!